Seguramente todos hemos oido hablar de Oscar Pistorius, el atleta con 2 piernas ortopédicas que ha llegado a las semifinales de 400 metros en las Olimpiadas de Londres.
Aúnque su historia es un ejemplo de superación, voy a dedicar esta entrada a corredores anónimos como Martin Falch. Lo ví corriendo un medio marathon en St. Anton am Alberg (Tirol) y me pareció un portento. No me fijé en que tenía una pierna ortopédica hasta que pasó a mi lado... y es que ni cojeaba ni nada.
Perdió una pierna en un accidente laboral en una serrería. En sus propias palabras, tuvo "mucha suerte" ya que podría haber perdido la vida. Pero no se hundió y siguió con su vida. Tiene 4 piernas ortopédicas; para el día a día, para correr, para esquiar y para la bici (toma ya!)
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