El refugio de Cabaña Verónica fué inagurado en 1.963 y, realmente, es una cúpula artillera de un portaviones norteamericano que estaba siendo desguazado en Santurce. Está situado a 2.300 metros de altura a medio camino entre Horcados Rojos y Pico Tesorero. La falta de mantenimiento y mal uso hizo que acabara convertido en un basurero. Así fué hasta que, en 1.983, apareció Mariano (montañero, ex-guarda de seguridad, de 34 años) que se quedó allí a vivir como un moderno ermitaño.
La primera vez que me encontré con Mariano fué hace 3 años en mi primera visita a los Horcados Rojos en mitad de una nevada. Allí estaba Mariano al frente de Cabaña Verónica como punto de referencia y avituallamiento asegurado. Nunca se ha tratado un Refugio al uso, pero la certeza de que Mariano estaba allí ha dado seguridad a varias generaciones de montañeros.
Pero incluso mucho más impagable que el mantener el refugio, es el papel que Mariano ha jugado en los rescates ya que, en muchas ocasiones, era el primero en llegar.
El pasado verano Mariano cayó enfermo. Después de varios días de fiebre y, por insistencia de amigos, se decidió a bajar al valle para hacerse un reconocimiento. Inicialmente le diagnosticaron neumonía, pero la realidad era mucho más dura: grave cáncer de pulmón. Parece probable que no volverá a su casa en el corazón de Picos de Europa.
Cabaña Verónica está siendo guardada, pero sin Mariano. Su futuro está en la cuerda floja, y hay quien teme que acabe siendo derribada. Pero eso preferible a que acabe en una ruina. A Mariano no le gustaría este segundo destino.
1 comentario:
espero que Mariano se recupere pronto. Mientras tanto, te voto como ocupante de la cabaña para todo el verano!
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