¡¡¡Por fin!!! Algo bueno hemos sacado de las obras del Gallardón.
Resulta que, gracias a los socabones, agujeros en el suelo, y construcciones de pirámides, el Maratón de Madrid ha tenido que cambiar su trazado. ¿Por qué digo que es bueno? Porque ahora el final es casi cuesta abajo (OE, OEEEEEO, OEEEEEEEE) Nos hemos librado de bajar hasta la Casa de Campo para, después, tener que SuBiR hasta el Prado. Es más ¡ni siquiera tenemos que pasar por el desierto de la Universidad Autónoma! Sólo falta que no haga calor.
Lastima que este año no me presente (cachis la mar.....).
1 comentario:
Amo a vé gañán, cómo que la Universidad Autónoma. Pues sí que vas atontao a esas alturas de la carrera. ¡La Complutense! Si el maratón pasará por la Autónoma sería una prueba de ultrafondo.
Pd. ¿significa eso que te veremos en la carrera, again and again?
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